El 21 de febrero pasado, Jerónimo Blanco, el consejero municipal de educación del Ayuntamiento de Zaragoza, afirmaba que era una “prioridad política” el que el Bibliobús Municipal volviera a ponerse en marcha “en el plazo de un mes”. Hoy es 8 de mayo y el Bibliobús sigue parado.
Hasta para los que sólo entendemos de bibliotecas parece claro que la “prioridad política” del Ayuntamiento de Zaragoza nada tiene que ver con la prioridad social ni con la prioridad cultural que suponen el servicio que prestaba su Bibliobús, lo que, por otra parte, vienen reclamando los vecinos víctimas de esta dejación municipal; los últimos, los del barrio de Valdespartera.
Desde principios de año, el Ayuntamiento de Zaragoza ha abandonado a su suerte a los vecinos que disfrutaban del derecho básico al acceso a la cultura y a la información por medio de los servicios bibliotecarios públicos a través del Bibliobús.

Y mientras, los vecinos al sol, sin un servicio que era un ejemplo de optimización de los recursos culturales, y con una acogida por parte de sus usuarios tan buena como la que se supone al trabajo bien hecho y a la preocupación de las instituciones por los más desfavorecidos.
Parece ser, a falta de más explicaciones, que este servicio bibliotecario ha sido sacrificado en beneficio de los vecinos más sensibles a la crisis, pues su desaparición ha impedido la quiebra económica del Ayuntamiento de Zaragoza.
Felicitamos desde aquí al Ayuntamiento de Zaragoza por la oportunidad de su medida, por el ejemplo de gestión cultural y social que está dando, y por su manera de defender una “prioridad política” como afirma su consejero de educación que es el restablecimiento del servicio de Bibliobús en su municipio.
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