Otorgar un premio constituye tanta o más alegría, si cabe, para el que lo da como para el que lo recibe; sin embargo, esta vez es diferente, porque hemos elegido a Carmen Vigata para agasajarla con nuestro cariño cuando ya no puede disfrutarlo.
Carmen falleció en marzo pasado, y tristemente ahí nos dimos cuenta de lo difícil que es alcanzar la excelencia, y de lo fácil que es acostumbrarte a ella cuando la tienes cerca.
Primero como responsable de los Bibliobuses de la Comunidad de Madrid, y luego como Jefa del Servicio de Extensión Bibliotecaria, relanzó sus servicios bibliotecarios móviles en un momento decisivo para su supervivencia, completándolo con una amplia gama de prestaciones en favor de los ciudadanos sin excepción. El Bibliometro, la Telebiblioteca o el Servicio de Préstamo Colectivo se implantaron y crecieron bajo su gestión hasta como hoy los conocemos.
La tarea nunca fue sencilla, y sí muchas las dificultades, los sinsabores o las incomprensiones, pero su dedicación continuada hizo posible muchos de los beneficios bibliotecarios de los que ahora mismo gozan los vecinos de Madrid.
Seguimos tristes por su pérdida, pero nos consuela que su legado sigua vivo, que tanto esfuerzo sirviera para mucho, y que su ejemplo nos pueda guiar por esos caminos que no siempre son fáciles.
Por todo ello, hemos querido celebrar a Carmen Vigata Manuel de Villena, su persona y su labor con el tercero de los Premios ACLEBIM de Bibliotecas Móviles de esta VII Edición.
La entrega del Premio se realizará el 19 de octubre en Segovia, en el transcurso del 9º Congreso Nacional de Bibliotecas Móviles.
Yo trabajé con Meli, codo a codo, casi desde el principio de mi tiempo en la Comunidad de Madrid. Era una profesional extraordinaria, que abordaba su trabajo de una manera integral, pero capaz, como casi nadie, de adaptarse a las circunstancias para conseguir sacar adelante los proyectos y los trabajos de la mejor manera posible. Siempre mirando adelante, siempre preocupada por su equipo, con una clarísima vocación de servicio público y una lealtad institucional y una profesionalidad difíciles de igualar. Sin ella creo que no hubiera sido posible poner en marcha y que funcionaran tan bien todos esos servicios de extensión bibliotecaria que proponía el Plan de Fomento de la Lectura de la Comunidad de Madrid, uno de los seis ejes que lo integraban. Es una pena que la falta de visión y de conocimiento de lo que es el servicio de lectura pública hayan echado por tierra una buena parte de tanto trabajo bien hecho. Es una enorme pérdida que Meli ya no esté. Compañera Meli.
Coincido plenamente contigo, Isabel. La traté durante muchos años, participando en los proyectos de Bibliometro, Telebiblioteca, Libroexpress y algunas cosas más. Exigente y rigurosa como pocas. Siempre conseguía lo mejor de nosotros. Se la hecha en falta.